Discurso Consejera Regional, Patricia Vargas, en el Día de la Región de Magallanes y Antártica Chilena 2017

23Oct, 17

“En primer lugar saludar afectuosamente al ciudadano Ilustre del año 2017, don Miguel Palma Dragicevic, por su permanente apoyo a la identidad regional, quién se ha manifestado públicamente a través del grupo musical Taller Alturas desde fines de los años 70. También lo ha hecho desde los cargos en la administración pública, en especial desde el cargo de Seremi de Cultura que le correspondió ejercer hace algunos años atrás.

A modo de comentario al margen, podemos señalar que Don Miguel Palma es el ciudadano ilustre número 66, considerando que el año 1982 se dio inicio a esta actividad de reconocimiento a aquellas personalidades que desarrollaran un compromiso profundo con nuestra región. Podemos mencionar que dicho año fueron reconocidas 10 personalidades y a partir del año 1994, anualmente comienza a ser nominada solo una persona.

El Consejo Regional es un Cuerpo Colegiado actualmente integrado por 14 miembros,   que representan a las 4 provincias de la región: 8 Consejeros representan a la provincia de Magallanes, 2 a la provincia de Tierra del Fuego, 2 a la provincia Antártica y 2 a la provincia de Última Esperanza.

Una de las atribuciones del Consejo Regional que claramente identifica la comunidad, es aquella que se relaciona con la aprobación de proyectos, que por línea general solicitan o demandan financiamiento y de esta manera permiten concretar los sueños y anhelos ciudadanos.

A modo de recordatorio, podemos señalar que el año 1993 comienzan a funcionar los Gobiernos Regionales y el Consejo Regional en la Sesión Ordinaria Nº 4 del 3 de junio de aquel año, aprobó por primera vez, a partir de dicha creación, la entrega de recursos a 28 iniciativas, que en total sumaban aproximadamente unos 110 millones de pesos. Esto formaba parte de una Cartera de proyectos, de lo que se denominaba Inversiones Menores o ítem 77 y cada proyecto no podía recibir más de 10 millones de pesos.

Afortunadamente las cosas hoy día funcionan de mejor manera y este concepto de inversiones menores, por esencia hoy recibe la denominación de Fril, Fondo Regional De Inversión Local, con montos individuales que pueden superar los 80 millones de pesos y constituyen una de las líneas de financiamiento más importantes de los municipios de la región. (Año 2017 aprox. 6 mil millones)

La verdad, es que la propuesta de promover la inversión, en el momento en que tomamos la decisión de votar el financiamiento de los distintos proyectos, en muchas oportunidades puede superar los 10 o 20 mil millones de pesos o cómo ocurrió la semana pasada con la firma de la Adenda del Convenio de Programación de Salud se ratificaron inversiones del orden de los 50,000 millones de pesos.

Sin embargo sabemos que al hablar de millones o miles de millones de pesos, para muchas personas esto está fuera de su imaginación, es algo poco comprensible o de difícil entendimiento, sobre todo cuando en la actualidad nada resulta creíble para las personas, en especial cuando están noticias vienen del mundo político.  

Sobre lo obrado pueden existir distintas interpretaciones, según la visión que tengan del mundo y la sociedad, pero es innegable el desarrollo y progreso que ha alcanzado nuestra región en las últimas dos décadas. Este crecimiento no sólo involucra un importante efecto en las obras públicas, sino que también en temas sociales, en acciones que van en directo beneficio de las personas y sus familias: cómo no hacer mención de los progresos en materia de salud, en educación, en vivienda, en pavimentación tanto urbana como rural, subsidios en materia de transporte, los aportes en el marco del 6% del FNDR y que benefician a centenas de instituciones en el ámbito cultural, Social, Deportivo, medio ambiental y seguridad ciudadana.

Todas estas acciones forman parte del quehacer político, qué es tarea consustancial al trabajo que efectúa cada uno de los Consejeros que integran este Cuerpo Colegiado. Es tiempo de entender que el trabajo político forma parte de lo cotidiano, de lo real, de aquello que no está lejano ni ajeno a lo que la gente quiere y necesita. Esto no significa asumir un estado de complacencia frente a las múltiples necesidades que aún no llegan, desde el punto de los beneficios, pero tampoco es posible caer en expresiones catastrófisticas, en que todo está malo o nada se ha hecho.

Quienes viven en Magallanes deben saber que la inversión pública de nuestra región, constituye más del 70% de la inversión total que se efectúa en un año calendario. Después de todo parece que el Estado no es tan malo cuando de cifras se trata. Tampoco podemos glorificar a los entes públicos por las tareas que les corresponde hacer, ya que la inversión estatal en regiones como la nuestra que tienen una complicada geografía,  es el paso previo  a la decisión que deben adoptar los privados para invertir en obras de desarrollo de distinta naturaleza y que redundan en importantes fuentes de empleo.

Próximos a concluir nuestra tarea como VI Consejo Regional, más que hablar de las múltiples iniciativas trabajadas y financiadas por estos representantes de la ciudadanía, desde el año 2014 a la fecha, es que debemos tener una mirada de futuro respecto del Magallanes que queremos para nuestros hijos y nietos. Para ello debemos promover la planificación del territorio y de quienes habitan en ella y cuando hablamos de planificación, no necesariamente debemos pensar en los próximos 5 o 10 años. Es perfectamente posible pensar en el Magallanes que queremos para los próximos 20, 30 o 40 años.

 Si dejamos de lado los Convenios de Programación y el Plan de Desarrollo de las Regiones Extremas, gran parte de los proyectos financiados a la fecha, de una u otra forma, están marcados por la contingencia, por las urgencias del momento o derechamente por las acciones de distintos grupos de presión. En esencia no podemos descalificar a priori este tipo de situaciones, pero esto es evidente que no constituyen una propuesta que orille el camino de la planificación y la equidad territorial.

 Una señal clara en este sentido, lo constituían las denominadas Carteras de Inversión que estaban disponibles para el trabajo de los Consejeros Regionales como una cosa habitual, hasta hace unos 10 o 12 años atrás. Evidentemente esto no se realizó durante nuestro período.

 El disponer de una Cartera de proyectos permite tomar adecuadas decisiones respecto de cuáles son las mejores iniciativas, de paso genera competencia por acceder a los siempre escasos recursos públicos y la competencia nunca es mala.

De alguna forma esto debe interpretarse también como un acto de planificación y esto siempre va a ser mejor que tomar decisiones que sólo estén vinculadas a los actos de la contingencia.

 Es de esperar que quienes accedan a dirigir este país en los próximos 4 años estén disponibles para prorrogar o promover un Plan de Desarrollo de las Zonas Extremas II, ya que esto constituye una clara convicción que es posible planificar adecuadamente el desarrollo de Magallanes y cada una de sus 4 provincias. Desde la década del 70 a la fecha se legisla para que esta parte del territorio nacional, a modo de compensación, tenga Leyes de Excepción regulando entre otras a la Zona Franca y Ley Navarino.

 Esto en el entendido que era necesario promover la inversión para permitir la instalación de empresas de distinta naturaleza y así al generar empleos se promovería el poblamiento del territorio. Sin embargo a prueba de desmentidos, es evidente que esto no ha sido del todo satisfactorio. Las razones son múltiples y hasta pueden ser comprensibles, pero el crecimiento poblacional no se ve tan nítido como todos quisiéramos.

 ¿No será tiempo de promover cambios en la legislación, para a lo menos mantener algunas normativas que han sido beneficiosas para la empresa privada y comenzar a pensar que quienes viven en el confín del mundo también merecen por parte del Estado Leyes que los beneficien directamente?

 Cuantos cientos de miles de millones de pesos, se entregaron a distintas empresas, que a modo de ejemplo se instalaron en Puerto Williams y la mayoría de las cuales ya no están, de hecho ni siquiera existen. ¿Es tan descabellado pensar en otorgar incentivos a los habitantes o los que llegan al lugar, en materia de vivienda, incentivos por nacimiento o legislar para que los trabajadores públicos o privados tengan derecho a un salario digno y por parejo, todos ellos tener Asignación de Zona? Lo que es bueno para unos, también es bueno para otros. Esto se llama justicia social.

El sistema de mercado no es el paraíso, eso lo saben bien los millones de chilenos que ganan menos de 400 mil pesos. A lo menos sin dogmatismo e intolerancia, con el concurso de todos, esto se puede mejorar

Una adecuada planificación permite que los sueños y utopías se puedan realizar. Si hablamos de Tierra del Fuego y creemos que el desarrollo de la Provincia está indisolublemente vinculado a la promoción de la riqueza y la belleza del sector sur de la isla. En este contexto el término del camino que unirá Puerto Williams, Yendegaia, Porvenir y Punta Arenas constituirá el puntal del desarrollo de estas tres capitales provinciales.

Si hablamos de la provincia Antártica, apostamos por un exponencial desarrollo vinculado a la ciencia y al turismo antártico. Además es necesario colocar la voz de Magallanes en el Estatuto Antártico, actualmente en discusión en el Parlamento de la República. A modo de ejemplo podemos señalar que existe nominalmente una comuna Antártica, sin presencia física, por lo que sería relevante contar con a lo menos en dicho territorio, de la figura de un delegado provincial.  

Si hablamos de Última Esperanza, es imprescindible hacernos parte del clamor generalizado de sus habitantes, en cuanto a la necesidad de levantar y consolidar el turismo invernal. También es necesario aperturar, de manera sustentable y sostenible en el tiempo, áreas que forman parte de los Parques Nacionales Bernardo O`Higgins y Torres del Payne, para generar nuevos   productos turísticos, en acuerdos formales con las comunidades indígenas que habitan estos territorios.

Y si hablamos de la Provincia de Magallanes y en el marco de la Conmemoración de la hazaña más grande jamás realizada por el hombre, entiéndase como tal, a la expedición del ilustre navegante Lusitano Fernando de Magallanes y apostamos por la concreción de un megapuerto de transferencia, en una de las vías interoceánicas más importantes del planeta.

Saben a modo de conclusión querida ciudadanía magallánica, es tiempo de no seguir haciendo apuestas y luchemos todos juntos, sin matices, sin sesgos ideológicos porque estos sueños, de verdad, puedan ser una realidad.”

En lo personal y a nombre del Consejo Regional, muchas gracias.

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